El diseño, funcionamiento y despliegue de ciertas armas menos letales (AML) se justifica en el principio técnico de la obediencia mediante el dolor (pain compliance). Este tipo de dispositivos permite a las fuerzas de seguridad emplear la fuerza en contextos donde el uso de armas de fuego convencionales no se justifica, como en protestas o desalojos. Sin embargo, su uso puede ocasionar lesiones y graves consecuencias en el sujeto pasivo del uso de la fuerza. Centrándose en los traumatismos oculares causados por proyectiles de impacto cinético durante las protestas sociales de Chile y Colombia como punto de partida, este artículo problematiza este principio técnico desde las perspectivas de la criminalística, la criminología y los estudios sobre discapacidad. Específicamente, ahondamos sobre los efectos de estas armas, incluyendo la proliferación de discapacidades permanentes entre las personas lesionadas. Recomendamos la implementación de una perspectiva de justicia con enfoque en discapacidad a la hora de evaluar y monitorear estas armas. Concluimos que, en el diseño de armas menos letales, al intentar evitar la letalidad, no se tiene en cuenta cómo sus posibles usos podrían constituir tortura, ofreciendo recomendaciones para la práctica y otras vías de investigación derivadas de nuestras provocaciones iniciales sobre las armas menos letales, la función policial y la discapacidad.